
02 Feb La marcha como esencia del ser humano. ¿Cómo funciona?
Índice
UN ESENCIAL DEL SER HUMANO
La marcha es sin duda una de las características más esenciales del ser humano, y como tal, se ve influida por el contexto global de cada persona (social, laboral, cultural, deportivo).
ENTONCES, ¿QUÉ SE ENTIENDE POR MARCHA?
Se define la marcha como un patrón de movimiento rítmico, cíclico y repetitivo, pero a la vez adaptable y flexible ante variaciones en el ambiente y de la persona en sí misma.
UNA COMPLEJA SENCILLEZ
De aquí parte la idea de que la marcha sea una acción tan sencilla para el ser humano y a la vez tan compleja y difícil de imitar o modificar, o incluso re-aprender o reeducar, como ocurre en cuando se produce una afectación neurológica. (F. Molina, M. Carratalá, 2020)
Por todo esto, entendemos que la marcha funciona más allá de un patrón global, estereotipado y común en todo el ser humano. Requiere un continuo fluir entre sistemas, una comunicación total entre los centros superiores, la periferia y el sistema musculoesquelético.
LA NEUROFISIOLOGÍA DE LA MARCHA HUMANA
LA AFERENCIA SENSORIAL
Suele comenzar con una aferencia sensorial externa que activa todo el patrón y en función del estímulo es posible iniciar la marcha de manera voluntaria a través de circuitos de la corteza cerebral.
EL DESENCADENANTE. LA MOTIVACIÓN
Puede iniciarse de forma inconsciente o emocional ante una reacción de lucha y huida. Por eso decimos que la marcha tiene un importante componente emocional. En esta parte, interviene el Sistema Límbico y los Ganglios Basales. entre otros, enviando aferencias hacía el Tálamo y la Corteza.
UN PROCESO AUTOMÁTICO
A todo este procesamiento automático será necesario añadirle un correcto ajuste postural y control motor adecuado al contexto, la acción y las necesidades cambiantes del ambiente. (A.Deval, et al. 2020)
- El procesamiento automático del que hablamos tiene lugar en el tronco encefálico y la médula espinal, donde se encuentran las redes neuronales que forman el generador de patrones (GCP), situado a nivel lumbar en la médula espinal.
- Estas redes neuronales son capaces de generar un impulso rítmico en ausencia de estímulo, además de autorregularse e inhibirse. (A. Shumway-Cook, M.H. Woollacott, 2017)
Con todo esto, se podría decir que se produce una disminución del control supraespinal y consciente durante la marcha. Aun así su evidencia en seres humanos no es fácil de contrastar.
UN PROCESO COGNITIVO
También implica sistemas y procesos cognitivos, siendo necesario programar un inicio y planificar la secuencia de movimientos. Por tanto, la marcha, necesita a su vez de un control ascendente y descendente. Esta regulación es llevada a cabo principalmente por el cerebelo y los ganglios basales, que controlan la excitabilidad de neuronal de la corteza y del tronco encefálico, modulan a los GCP, así como, el tono muscular. (R. Molina, et al. 2020)
El cerebelo en especial, regula el control postural durante la marcha, realiza una continua actualización del “esquema corporal”, se encarga de adaptar y ajustar los posibles errores a través de un feedback continuo de la periferia.
EN RESUMEN
La marcha es uno de los elementos más característicos y esencial del ser humano, y una de las herramientas más importantes. Se ve influida por numerosos factores, tanto emocionales, como automáticos y cognitivos. De aquí lo fácil y económica que nos resulta cuando no hay ninguna alteración aparente, y lo díficil que resulta reaprenderla tras una alteración neurológica.
BICONSEJO
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Feli
Publicado a las 12:22h, 02 febrero¡Excelente artículo como siempre!