
16 Nov Terapia acuática en Neurorrehabilitación, por Ruth Izquierdo
Índice
LA TERAPIA ACUÁTICA
Cuando sufrimos un daño cerebral, ya sea por un traumatismo craneocenfálico, accidente cerebrovascular, lesión medular, enfermedad neurodegenerativa (ELA, esclerosis múltiple, Parkinson, Alzheimer), parálisis cerebral infantil o cualquier enfermedad rara, nuestro cuerpo puede experimentar trastornos motores de forma transitoria y muchas más veces de forma permanente. Es por ello que la rehabilitación neurológica tiene un papel fundamental para abordar estos trastornos.
Dentro de la rehabilitación neurológica podemos encontrar la terapia acuática, esta se define como un programa de terapia que utiliza las propiedades del agua y el cual está diseñado por un terapeuta cualificado, el cual puede ser fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, logopeda o neuropsicólogo y además este programa es específico para una persona, con la finalidad de mejorar sus funciones.
¿QUÉ FINALIDAD TIENE LA TERAPIA ACUÁTICA?
Los seres humanos nos movemos por intereses y conseguimos aquello que queremos realizando diferentes funciones. Tal y como se ha explicado en el párrafo anterior, la terapia acuática tiene como finalidad mejorar las funciones de las personas, esta parte es fundamental en cualquier rehabilitación, ya que desde hace años la evidencia científica nos muestra que cuando rehabilitamos una función la persona va a mejorar de forma física y mental, debido a que verá capaz de realizar aquello que antes no podía o le resultaba difícil, dejando así atrás un motón de métodos no validados por la ciencia que solo se centran en mejorar estructuras.
¿ES BENEFICIOSA LA TERAPIA ACUÁTICA EN PERSONAS CON ALTERACIÓN DEL MOVIMIENTO
El agua nos ofrece un sinfín de posibilidades de movimiento. Asimismo, el agua hace que nos movamos de una forma más lenta a la vez que sentimos una mayor propiocepción de nuestro cuerpo, esta forma de movernos le permite a nuestro cerebro aprender más rápido y cometer menos errores. Por tanto, el agua es un medio perfecto para el aprendizaje motor. Además, como el agua nos brinda la oportunidad encontrarnos seguros y sin miedo a equivocarnos, nos permite que exijamos más a nuestro cuerpo pidiéndole que realice movimientos que fuera de ella no es capaz de hacer.
¿Y POR QUÉ LA TERAPIA ACUÁTICA NOS PUEDE AYUDAR EN EL APRENDIZAJE MOTOR?
Cuando creamos movimiento dentro del agua no hace falta que sea tan rápido como ocurre fuera de ella, pues la flotabilidad e ingravidez va a hacer que podamos reaccionar a tiempo ante estímulos, por ejemplo, una caída y por tanto el movimiento realizado es correcto y el cerebro lo almacena como un éxito, generando nuevos patrones de movimiento que después se podrán trasladar fuera del agua y poco a poco se trasferirá a la vida diaria.
Al realizar un acto motor en el agua, reclutamos menos unidades motoras que fuera de ella, por tanto podemos repetir un gesto las veces que queramos sin miedo a llegar a la fatiga y por ende si se puede repetir más veces y con mayor calidad de movimiento mi cerebro continúa aprendiendo.
¿QUÉ MUSCULATURA HAY QUE TENER EN CUENTA EN LA TERAPIA ACUÁTICA?
Asimismo, dentro del agua los músculos antigravitatorios, (i.e. gemelos y sóleo) se desactivan y aparece activación de otros necesarios para mantener el equilibrio dentro de la piscina (i.e. tibial anterior y peroneos). Músculos que seguramente fuera del agua, cuando se presenta alguna patología neurológica, casi no se pueden activar por falta de fuerza y además deben luchar algunas veces en contra de la espasticidad y acortamiento de sus antagonistas, como ocurre cuando se sufre un ictus.
¿QUÉ OTROS BENEFICIOS NOS APORTA?
Además de lo mencionado, si el agua donde trabajamos tiene una temperatura de 32-34º mucho mejor, porque el calor provoca cambios en la elasticidad muscular permitiendo a su vez conseguir mayor rango de movimiento. Esto es muy beneficioso para aquellos pacientes que presentan espasticidad, ya que el calor disminuye el tono y les permite moverse mejor.
A nivel respiratorio el agua tiene un papel fundamental, ya que solo por sumergirnos dentro de la misma hasta el cuello, nuestro sistema respiratorio trabaja un 60% más que fuera debido a la presión hidrostática. Esto es un beneficio añadido para la musculatura respiratoria, la cual muchas veces vemos que no se puede entrenar todo lo que nos gustaría fuera del agua, porque supone mucha fatiga o porque tenemos un peque o un adulto que, aunque quisiera, no puede colaborar con su entrenamiento respiratorio en las sesiones de sala.
¿ES NECESARIO ESTAR FORMADO EN TERAPIA ACUÁTICA PARA REALIZAR UNA SESIÓN EN PISCINA?
Como todo fisioterapeuta, cuando sales de la carrera tienes ganas de formarte y formarte para poder nutrirte de lo mejor y poder ofrecer lo mejor a tus pacientes. Por tanto, si quieres hacerlo bien cuanto más te formes y más te actualices mejor, pero no solo en terapia acuática, sino en todas las técnicas que quieras aplicar.
En mi caso siempre he sido una enamorada del agua y cuando he tenido oportunidad me he “tirado” a la piscina con mis pacientes.
FORMACIONES EN TERAPIA ACUÁTICA
Al principio sentía que me faltaban herramientas dentro del agua, es por ello que decidí formarme en Halliwick adulto y niño, así como terapia acuática en trastorno del espectro autista, en ejercicio terapéutico en el agua para paciente neurológico y en Terapia Integral Acuática, muy similar a la más conocida técnica Watsu y gracias a todos los profesionales que me han enseñado durante estos años y a los pacientes que se unen a mis locuras, disfruto cada día de mi trabajo en la piscina.
Cada año, muchos de los alumnos de prácticas que tengo el placer de tener en la clínica donde trabajo, Fundación FIVAN en Valencia, me preguntan que deberían hacer para poder realizar una buena intervención en la piscina.
¿QUÉ NOS ACONSEJA RUTH?
Siempre les aconsejo lo mismo, que si no saben por donde empezar y si todavía no tienen claro en que formarse, que el trabajo que realicen dentro del agua debe tener sentido y significado para la persona que lo va a recibir, por ejemplo, si tenemos un paciente que puede caminar fuera del agua, no tiene sentido que le rehabilitemos la marcha dentro de la piscina, ya que seguramente lo haga de forma segura y sin dificultad, es decir no va a suponer un reto para su cerebro, por tanto pasará un rato agradable, pero esa sesión no tendrá un impacto en su día a día. En este caso se debería trabajar aquello que fuera del agua todavía no se ha conseguido o está en proceso de conseguirse, como puede ser el salto, la carrera, el apoyo monopodal.
¿CÓMO SABER SI MI PACIENTE ES CANDIDATO DE ENTRAR EN PISCINA?
Muchas veces podemos encontrarnos con barreras que nos generen dudas de si puedo meter a mi paciente dentro del agua, algunas de estas son, incontinencia, portador de gastrostomía o PEG, traqueostomía, estados de mínima conciencia, disfagia… cuando nos encontramos ante situaciones de este tipo, siempre hay que actuar con sentido común.
Además, muchas veces un mismo paciente presenta todas estas condiciones, entonces…
¿Cómo puedo hacer?
Lo primero hay que asegurarse de que no haya ninguna contraindicación médica, que los orificios donde pueda entrar agua estén bien tapados y si es necesario llevar algún bañador específico para la incontinencia se coloca, una vez se tenga todo esto listo, el terapeuta debe tener en cuenta las vías aéreas ya que nunca pueden en contacto con el agua, para que no se produzca aspiraciones.
Pero… y si mi paciente tiene pánico al agua o no sabe nadar, lo primero que nos tenemos que preguntarnos es si la sesión en la piscina le va a suponer un beneficio mayor que su miedo, si esto es así haremos una progresión muy lenta de entrada hasta que el paciente se sienta seguro y es mejor que siempre seamos nosotros su apoyo y nunca utilizar medios de flotación (manguitos, churros, flotadores…) ya que estos pueden ser a veces insuficientes y jugar una mala pasada.
¿Y si mi paciente no sabe nadar?
Si nuestro paciente no sabe nadar, como puede ser un niño pequeño siempre le daremos estrategias para moverse y que no tenga nunca la sensación de ahogo, pero no vamos a enseñar a nadar, pues no es competencia del fisioterapeuta. Nosotros nos encargamos de la rehabilitación y ejercicio terapéutico, pero la natación la dejamos para aquellas personas que están cualificadas para ello.
¿CUANDO NO METER A UNA PERSONA EN LA PISCINA?
Como hemos visto antes, normalmente la piscina es beneficiosa para todos, pero hay veces que por mucho que a nuestros les guste la idea del agua o ya hayan hecho rehabilitación dentro de ella se recomienda no meterse dentro de la piscina. Estas situaciones son por ejemplo, heridas abiertas, como puede ser un úlcera por presión o alguna cirugía que todavía tiene la herida por cicatrizar. Una vez las heridas estén controladas se pueden retomar la sesiones.
¿CÓMO DEBE SER UNA PISCINA TERAPÉUTICA?
Una piscina para que pueda llamarse terapéutica debe tener una profundidad máxima de 110-120 cm, para que el fisioterapeuta pueda hacer pie y tener control del paciente durante toda la sesión, la temperatura debe estar por encima de 32º, esto es muy beneficioso como se ha comentado previamente para la reducción del tono mientras el paciente realiza la sesión, hasta 30º se podría trabajar, pero 29º o menos hará que los músculos se contraigan por el frío y aumentara el tono. Además, la temperatura ambiente debe estar próxima a la temperatura del agua para que no pierda calor el vaso y que al salir no se note un cambio brusco de temperatura que produzca un aumento del tono por el frío. Y ya para que sea todavía mejor, es genial tener vestuarios adaptados dentro del recinto con temperatura adecuada para poder cambiarse de forma cómoda.
¿QUÉ MATERIAL PUEDO METER DENTRO DEL AGUA?
Cualquier material que se te ocurra, siempre que el agua no lo vaya a deshacer, por ejemplo papel, por eso la plastificadora es nuestra gran aliada en la sesiones de terapia acuática. Lo bueno de la piscina es que puedes entrenar cualquier tarea o función que paciente necesite, como por ejemplo vestirse, comer, transportar objetos de un sitio a otro… ya que lo único que va a pasar es que el material que introduzcas se moje. Lo que sí que hay tener en cuenta es que hay materiales que cuando entran en el agua pesan más que fuera, por ejemplo una camiseta, entonces si estamos entrenando el vestido de la parte superior sería recomendable empezar el gesto a lo mejor con un aro grande y cuando comience a hacerlo de forma correcta pasar a una camiseta que le venga grande y poco a poco a una camiseta de su talla.
Bueno se ha comentado que se puede meter cualquier material, pero evidentemente cuidado con lo electrónico, no vamos a realizar electroestimulación dentro del agua, a no ser que tengamos un aparto que pueda soportar las condiciones de la misma o que queramos que nuestro paciente se convierta en una raya eléctrica.
¿DÓNDE PUEDO LEER SOBRE TERAPIA ACUÁTICA?
En los últimos años cada vez son más las publicaciones que encontramos sobre terapia acuática y sus beneficios en diferentes poblaciones, no solo en personas con dificultades motoras, también para personas con déficits cognitivos o alteración de la integración sensorial, las cuales pueden beneficiarse del entorno acuático. Pero si sois de los que os gusta tener un buen libro os recomiendo el libro de Terapia Acuática del gran Javier Güeita y María Alonso, su segunda edición es muy bonita, porque no solo incluyen terapia acuática para los fisioterapeutas, sino que también hay capítulos para terapeutas ocupaciones y logopedas, de hecho he tenido el placer de formar parte de un capitulo de logopedia con mi gran compañera y amiga Chantal Esteve, una súper logopeda con la que llevo trabajando más de 10 años.
ENTRADA COLABORATIVA
Espero tras leer esta entrada no tengas dudas de los beneficios y mejoras que pueden tener tus pacientes si realizan terapia acuática y si alguna vez tienes dudas utiliza tu sentido común, eres un gran profesional y seguro que tiene herramientas suficientes para poder llevar una intervención de 10 en el agua y si crees que tienes un paciente que el agua no va ser para él es porque estás en lo cierto.
BICONSEJO
Si os interesa este tema y os gustaría seguir leyendo sobre el, te recomendamos seguir otras entradas sobre Terapia Ocupacional te invitamos a que leas “Terapia Ocupacional y la CI Therapy” o ” Los 10 libros de Terapia Ocupacional más recomendados en Neurorrehabilitación“. Y no olvidéis suscribiros a nuestra Newsletter y seguirnos en RRSS, ¡porque todo está por escribir!
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